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LA PRESERVACIÓN DE LAS PALABRAS EN EL SALMO 12: 6 y 7


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Por primera vez en la historia de la Biblia en español, hallamos el Salmo 12:7 traducido en la Reina-Valera según una tradición distinta a la tradición latina. Los traductores reformistas españoles originalmente vertieron este verso para que la preservación que se menciona en el verso 7 se refiera a los judíos, o gentes, pero no a las palabras de Dios. Pero ahora, gracias al Señor, tenemos una traducción que fortalece la doctrina de la preservación de las palabras de Jehová (imrá Jehová). Veamos la Santa Biblia RVG 2010 editada por Dr. Humberto Gómez Caballero: (6) “Las Palabras de Jehová, son Palabras puras; Como plata refinada en horno de tierra, Purificada siete veces. (7)Tu, Jehová, Las guardarás; Las preservarás de esta generación para siempre.”


El creyente bíblico fundamental hispano (1) de hoy exige que el Salmo 12:7 enseñe que Dios ha guardado y preservado Su Palabra para siempre. Por ello, la RVG correctamente revisó este importante texto bíblico haciendo que el pronombre (femenino plural) “las” sea congruente en género y número con su objetivo, “guardarás” y “preservarás” respectivamente, y a su objetivo sustantivo de palabras.


Las dos menciones del pronombre “las” son pronombres átonos enclíticos (2), es decir, sufijos que modifican los verbos “guardar” y “preservar” respectivamente. Un cuidadoso estudio del capítulo entero revela que Dios ha prometido guardar y preservar no sólo a Su pueblo Israel, sino también Sus mismas palabras (imrá) para siempre.


Abajo (3) aparecen textualmente ambos sufijos pronominales unidos a sus verbos que están en modo “Qal” imperfecto, segunda persona singular, que equivale al imperfecto (o progresivo español). El primer verbo, “shamar”, termina con el pronombre “eem” en 3ra persona (ellos), masculino-plural (en femenino sería –een). El sufijo “enu” del verbo “natsar” es singular, segunda persona neutral. Para poder distinguir a quién se refiere, el hebreo emplea sufijos al final de los verbos. Para los que leen sólo el inglés, esta distinción de género es difícil de captar, ya que la palabra “them” se puede entender tanto como masculina o femenina. La idea es de unir el pensamiento del verso 6 con el verso 7. Pero en castellano, esta distinción ha dividido la opinión de lo que quieren enseñar preservación de las palabras de Jehová o de los hijos de Israel.

Al buscar este pasaje en las Biblias tradicionales protestantes, vemos que Casiodoro de Reina y Cipriano de Valera traducen los pronombres del verso 7 dándole la preservación solamente a los hijos de Israel. Según el Dr. Tomás Strouse, autor del libro “But My Words Shall Not Pass Away” publicado por el Seminario Bautista Emanuel de Newington, en el estado de Connecticut, EEUU, los escritores hebreos en veces masculinizaban las extensiones pronominales para que concuerden con el Dios Patriarcal Jehová. Ellos simplemente siguieron una, de dos opciones gramaticales del hebreo. Morfológicamente, su traducción original estaba correcta; pero en la aplicación, donde realmente se aprecia el sentido del texto, limitaron su enseñanza, y generaciones hispanas cristianas desde ese entonces han sido restringidas en poder usar, y citar este texto para enseñar preservación de las palabras de Dios.


Expertos como Gesenius, dicen que el hebreo en su semántica tiene excepciones a esta regla (4). ¡Estoy totalmente de acuerdo! ¿Podrá ser que tanto “eem” como “enu” se refieran al pueblo de Dios Israel al igual que al sustantivo “palabras” en el verso anterior? ¿Habrá lugar para una doble aplicación al texto? ¿Podría ser que en el verso 7 Dios preserva sus Palabras y a sus hijos a la misma vez? ¡Absolutamente! Por tanto, existen bases gramaticales hebraicas para traducir este verso “las guardarás” y las “preservarás”.


ANTECEDENTES DE LAS MANERAS DE TRADUCCIÓN


Algunas traducciones como la aramea (5), primero traducen “las guardarás” pero luego traducen “tú me preservarás”. Otras traducciones, como la hebrea, también ofrecen una doble interpretación. Primero señalan que se guardan las palabras, pero luego dicen que la preservación es al pueblo judío, llegando a traducir la frase de la siguiente manera: “nos preservará”(6). Existe el argumento de ciertos grupos de que el Salmo 12:7 no enseña la preservación divina de las Escrituras, sino que la misma se produjo por “procesos naturales”(7). Es decir, que Dios nunca prometió preservar las Escrituras por un proceso divino para nosotros, sino que es el hombre quien ha logrado hacerlo mediante métodos científicos. Esta es la posición oficial de los eruditos que niegan la preservación providencial de las Escrituras. ¡Están equivocados!


Creemos que el verso 7 efectivamente enseña preservación divina de las Palabras de Dios. Además creemos que Dios ha prometido guardar a sus hijos para toda la eternidad. ¡Qué bella doble enseñanza! Primero de seguridad de salvación, y luego del poder divino para darnos esas palabras puras para nuestra edificación. Pregúntese: ¿Prometió Dios preservar sus Palabras? ¿Las pudo guardar desde que desaparecieron los autógrafos originales? ¡Claro que sí! Dios es un Dios todopoderoso, capaz de lograrlo para todas las generaciones. Hay muchos más pasajes que lo ratifican de una manera muy clara, como Salmos 119:89, 111, 152,160; 105:8 78:1-7; Proverbios 22:20,21; Mateo 4:4; 5: 17,18; 24:35; Juan 10:35; 1era de Pedro 1:23-25, etcétera.


De igual manera, ¿preserva Dios a sus santos? ¿Los guarda? ¡Sí! Juan 10:28 nos dice, “Y yo les doy vida eterna y no perecerán por siempre, ni nadie las arrebatará de mi mano.” En este sentido podemos creer que el Salmo 12:7 promete la seguridad de la salvación a sus hijos.


Otra pregunta importante es, ¿Usó Dios a Israel para preservar el Texto Masorético hebreo? Mi respuesta nuevamente es afirmativa, como lo leemos en Romanos 3:1-4, ¿Qué ventaja, pues tiene el Judío? ¿O de qué aprovecha la circuncisión?, (2) Mucho, en todas maneras. Primero porque ciertamente a ellos les ha sido confiada la palabra de Dios. (3) ¿Y qué, si algunos de ellos no han creído? ¿La incredulidad de ellos hará nula la fe de Dios? (4) ¡En ninguna manera! Antes bien, sea Dios veraz, y todo hombre mentiroso; como está escrito: Para que seas justificado en tus palabras, Y venzas cuando seas juzgado”. Si no hubiera sido por el cuido y resguardo de los Masoretas a través de las edades, hoy no disfrutaríamos del texto tal y como Dios lo dio originalmente. Vemos que hay una aplicación para lo que dijo Dios en el Salmo 12:7.


Creemos que nosotros los creyentes somos el real sacerdocio de hoy. ¿Quiere Dios que su iglesia guarde y preserve las Escrituras? Sí, ¡por supuesto! Hace siglos, Dios le dijo a la iglesia de Filadelfia en Apocalipsis 3:10, “Por cuanto has guardado la palabra de mi paciencia, yo también te guardaré de la hora de la prueba que ha de venir sobre todo el mundo, para probar a los que moran sobre la tierra.” A la iglesia fiel, celosa de la Biblia, también se lo dice. Por tanto es un mandato divino que su iglesia guarde la palabra de Dios de los que quisieran corromperla. “El que dice: Yo le conozco, y no guarda sus mandamientos, el tal es mentiroso, y la verdad no está en él. Pero el que guarda su palabra, verdaderamente el amor de Dios se ha perfeccionado en él: por esto sabemos que estamos en él.” 1era de Juan 2: 4,5.


La enseñanza del Salmo 12:7 no sólo enseña preservación del pueblo de Dios, sino que además enseña preservación providencial de las Palabras de Dios. Se basa no solamente en el texto, sino en el contexto inmediato del capítulo 12, y prácticamente en toda la Biblia.


Vemos entonces que hay una diferencia de opiniones entre los judíos, católicos y los cristianos de cómo debe ser traducido el pasaje. La mayoría lo traduce según la tradición greca-latina, donde no se admiten excepciones gramaticales a la regla; mientras otros lo hacen mediante la tradición hebrea, en donde sí existen excepciones e interpretaciones. Según el Dr. Peter Van Kleek (8), en el hebreo existe una ambigüedad, explicado en su disertación que sí se debe permitir que los pronombres se refieran a las palabras de Dios, pero según el criterio del traductor. Van Kleek cita a Enrique Ainsworth, el gran erudito puritano del hebreo del Siglo XVII, al igual que Martín Lutero, y muchos líderes evangélicos del pasado, como Juan Wesley, y G. Campbell Morgan quienes aceptaron, creyeron y defendieron la vital doctrina de preservación enseñándolo del Salmo 12:7. Otros, como Juan Calvino, pensaron que el verso 7 se refería sólo a gente, y no a las palabras de Dios necesariamente. Valera fue discípulo de la escuela de Calvino. La Biblia “Génova” de 1599, impresa en la ciudad natal de Calvino, traduce en inglés “him” (él) en el verso 7, dándole la preservación al hombre. Igualmente, los católicos de Douay en 1609 lo vertieron para que diga “us” (nosotros) en ambas instancias. Inconformes con esta interpretación, los traductores de la Biblia Autorizada del Rey Jacobo (KJV) en 1611 (9) lo cambiaron para que admita y dé pauta a la doctrina de la preservación de las palabras de Dios, anteponiendo “them”, lo cual no restringe ni limita la doble- aplicación en la enseñanza.


Por lo tanto, no hay consenso dentro de la erudición bíblica a favor de que el verso 7 se refiera exclusivamente a los judíos, y es precisamente esta falta de acuerdo dentro de la escolaridad que permite traducir dichos pasajes en pro de “las guardarás” y “las preservarás”.


EL MENSAJE CÉNTRICO DEL SALMO 12 EN SU CONTEXTO


Salmo 12

Al Músico principal: sobre Seminit: Salmo de David

1 Salva, oh Jehová, porque se acabaron los piadosos; porque han desaparecido los fieles de entre los hijos de los hombres.

2Mentira habla cada uno con su prójimo; Hablan con labios lisonjeros y con doblez de corazón.

3Jehová destruirá todos los labios lisonjeros, y la lengua que habla soberbias;

4los que han dicho: Por nuestra lengua prevaleceremos; nuestros labios son nuestros; ¿quién es señor sobre nosotros?

5Por la opresión de los pobres, por el gemido de los necesitados, ahora me levantaré, dice Jehová; los pondré a salvo del que contra ellos se engríe.

6Las palabras de Jehová son palabras puras; como plata refinada en horno de tierra, purificada siete veces.

7Tú, Jehová, las guardarás; las preservarás de esta generación para siempre.

8Asediando andan los malos, cuando son exaltados los más viles de los hijos de los hombres.


Notemos cuántas veces el Salmo 12 hace mención de hablar, o decir palabras:

1. Verso 2-“mentira habla cada uno”. 3. Verso 2-“hablan” 2. Verso 2-“labios lisonjeros”. 4. Verso 3-“labios lisonjeros”. 5. Verso 3-“la lengua”. 6. Verso 3-“habla soberbias”. 7. Verso 4-“han dicho”. 8. Verso 4-“nuestra lengua”.

9. Verso 4-“labios”. 10. Verso 5-“dice Jehová”. 11.Verso 6-“palabras de Jehová”.


Es obvio que el Salmo 12 trata de las palabras inicuas de los injustos, y de las palabras santas de Jehová (imrá Jehová). Nueve veces hace referencia a las palabras impías dichas por los malos, y dos veces (sin incluir verso 7) hace mención de las palabras dichas por Dios. El Salmo 12, según la cita, claramente demuestra cómo Dios, a través de sus palabras, conforta al pobre y al necesitado hijo de Dios que es perseguido por el mundo de labios soberbios, de donde proceden palabras vanas y opresivas. El Señor se levanta como Salvador de los justos y hace guerra contra sus enemigos en esta y otras generaciones, con sus palabras plateadas y refinadas como en horno de tierra. A diferencia de las palabras mundanas, las palabras de Dios son puras, guardadas, y preservadas para siempre. ¡Gloria a Dios!



1 Calificativo atribuido a los que creemos que Dios inspiró y preservó una Biblia pura y perfecta, y que en inglés la hallamos en la Biblia Autorizada por el Rey Jacobo en 1611, que a su vez tiene como base subyacente textual el Masorético hebreo para el Antiguo Testamento, y el Receptus griego para el Nuevo Testamento.

2 Ortografía y Gramática Básica del Español, 1999, Ediciones Nauta, España.


3 Reina y Valera solo usan “guardar”; Pero en hebreo hay dos palabras sinónimas.


4 Pastor Lloyd Streeter, “Seventy-five Problems” 2001, Morris Publishing, Kearney, NE, página 176. Vea también K. Kautzsch ed., Gesenius ́ Hebrew Grammar, pag. 440. Reza así la cita traducida al castellano: “Aunque existe una limitante en la distinción de géneros...sufijos masculinos (en especial en plural) también pueden referirse a sustantivos femeninos.

5 Santa Biblia Aramea-Española, 1994, Centro Cultural Nueva Creación de Sonora, A.C., Hermosillo, Sonora, México.


6 La Biblia Español-Hebrea, 1999, Editorial Sinaí, Tel-Aviv, Israel.


7 Vea “The Bible Version Debate”, por Central Baptist Seminary, Minneapolis, Minn., páginas 90-92.


8 Vea “Hard Things Understood”, por David Cloud, 1999 Way of Life Literature, Port Huron, Michigan, USA. Páginas 85-87. Vea también el artículo completo en http:/wayoflife.org en la Base de Datos de la Apostasía de los Últimos Tiempos. 9 King James Bible, 1611. el artículo en su totalidad se llama en inglés, “A 16th and 17th Century Exegetical and Theological Assesment of Central Baptist Theological Seminary’s Perspective of the Bible Version Debate”.



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